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El Museo del Aceite, es un espacio expresivo, donde los sentidos se abren al conocimiento mostrando una panorámica de la producción aceitera y su industria en Monterrubio de la Serena y comarca, evidenciando y desplegando sus vinculaciones sociales, culturales y económicas.
Al edificio se accede a través de una zona ajardinada. Integrado en un entorno homogéneo, el conjunto expositivo y el ambiente visual animan a descubrir y aprender. El olivar y el aceite, la modernidad y la memoria, se convierten en los factores fundamentales del Museo del Aceite de Monterrubio.
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Los contenidos abarcan desde los orígenes históricos de la actividad olivarera, donde se contemplan objetos arqueológicos relacionados con el tema. Hasta las más modernas técnicas de producción y extracción.
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Es un espacio planteado desde la antropología, que pone en relación la identidad de los monterrubianos con la actividad olivarera. Abarca temas relacionados con el Patrimonio Cultural de la comarca, el ciclo vital, el pasado, el tiempo de trabajo, el valor de las cosa…
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Es una zona lúdico- didáctica para realizar actividades complementarias a la propia visita al Museo. Dispone de espacios destinados a talleres para trabajar con grupos de niños, para trabajar con grupos de adultos, una zona de biblioteca y lectura y otra con equipos informáticos donde se pueden realizar consultas.
En las religiones mediterráneas antiguas el aceite tuvo un gran valor simbólico tanto como elemento de ofrenda a los dioses como elemento de la vinculación con la divinidad a través de las unciones.
En época romana el aceite de la zona bética se difundió por toda Europa occidental y en menor medida en la parte oriental del mediterráneo.
Desde los inicios de la cultura mediterránea hasta hoy, el olivo ha sido y es símbolo de unción y paz.
El término aceite es sinónimo de óleo (que viene de la palabra latina oleum) esta palabra se utiliza solamente en los sacramentos de la iglesia católica y en la pintura, formando parte tanto el árbol como el fruto de la simbología y la mitología. Se ha usado para ungir (proclamar) a los reyes, papas, santos y a muchos cristianos. Para la iglesia católica representa la gracia divina.
En este apartado podemos observar la importancia del aceite de oliva en la antigüedad por ejemplo, de la época visigoda se muestran, dos jarras, una de ellas de boca trilobulada, que servían para conservar el aceite utilizado en la vida cotidiana.
Por otra parte, se conserva un ánfora olearia, de la época romana, que se utilizaba, para el transporte de esta materia, de unas tierras a otras, por ejemplo de Hispania a Italia.
En esta vitrina podemos observar los Santos Óleos, pertenecientes a la Iglesia parroquial Nuestra Señora de Consolación, de la localidad.Cada Jueves Santo se consagra el unto o crisma que es una de las celebraciones cristianas donde se le da gran importancia al aceite de oliva, utilizando recientemente en Extremadura Aceite Monterrubio.
Con el crisma (el óleo o aceite consagrado) son ungidos los nuevos bautizados por el sacramento del bautismo y son signados los que reciben el sacramento de la confirmación.
Con el óleo de los enfermos son aliviados de sus enfermedades tanto del alma como del cuerpo para erradicar el mal y así poder conseguir el perdón de los pecados.
La tradición cristiana nos cuenta que en algunas ermitas manaba aceite de las paredes para ser utilizado en las lámparas dedicadas al santo o a la virgen.
En esta vitrina nos encontramos con 3 piezas que desempeñan las mismas funciones siendo de diferentes épocas históricas.
Las lámparas de aceite: candiles y lucernas fueron utilizados no solo para la iluminación de las casas y lugares de trabajo, sino también para fines funerarios y votivos.
El principal combustible empleado en los candiles y lucernas de las culturas occidentales es el aceite de oliva aunque también se han empleado extractos de pescado, nueces, aceite de ricino, etc. Se fabricaban en terracota, cobre, bronce y las había portátiles. A partir del siglo XVIII con el inicio de la revolución industrial el material utilizado fue el hierro.
Fue el vidrio un artículo de predilección para los romanos quienes se provenían de él por el comercio con los egipcios y fenicios.
Estos frasquitos siempre de formas estrechas suelen llamarse por los coleccionistas lacrimatorios y ungüentarios pero servían únicamente para contener aceites o perfumes en los sepulcros.
Es un arbolillo de gran longevidad.
De la familia de las oleáceas que crece de manera espontánea en el área mediterránea.
Este árbol una vez arraigado soporta la sequía más persistente sin aparente esfuerzo. A partir del acebuche, se pueden obtener olivo utilizando la técnica del injerto que se realiza de la manera siguiente:
1. Se escoge la rama que se desea injertar y se cortan las ramas inferiores al lugar donde este se llevara a cabo. Realizamos un corte horizontal y dos verticales.
2. Se aparta la corteza del fragmento cortado y se introduce un fragmento de la corteza de la nueva especie .Se aprieta con la corteza separada en primer lugar y se juntan las dos uniéndolas con una cinta de rafia o cordel .La unción se producirá normalmente al cabo de 21 días.
En general, podemos decir que el olivo tiene una época de crecimiento que se establece entre los 5 y 10 años.
Hasta que alcanza los 150 años la producción es óptima.
Una vez que el fruto del olivo, se encuentra maduro, y preparado para la obtención del aceite, se procede a su recolección, que se ha visto variada a lo largo de las diferentes etapas históricas.
Se puede recoger las aceitunas con varas, ordenadoras, rastrillo,etc.
Una vez caídas las aceitunas del olivo, se pasan por la criba, para separar las hojas, ramas y piedras del fruto.
Una vez separado, se procede a su envasado, normalmente en sacos de esparto o yute, para su posterior traslado a la almazara.
Una vez en la almazara, se procede a la obtención del aceite a través de varios procesos:
1. Las aceitunas llegan al molino donde se deben molturar el mismo día de su recolección
2. A la llegada a las almazara, después de haber efectuado la limpieza, las aceitunas se depositan en la tolva de recepción clasificándolas por calidades o variedades.
3. A continuación se pasan a las tolvas de alimentación del molino para posteriormente pasar a la molturación y todo el proceso de fabricación.
En las últimas décadas, la tecnificación de las almazaras ha evolucionado notablemente. El progreso lo podemos observar de la siguiente manera:
1. PRENSA HIDRAULICA. Se instalaría entre los años 1940- 1970 siendo modernizada con un cargador automático o dosificador de pasta sobre los capachos.
Como complementos auxiliares a la molturación de la aceituna aparecen además la batidora vertical, dos extractores cilíndricos rotativos por los que se hacia pasar la pasta de aceituna con el fin de obtener un aceite de oliva sin presión y sin filtraje a través de los capachos componente que en el proceso de prensado solía dejar un cierto regusto o sabor en el aceite de oliva producido si el capacho no estaba perfectamente limpio.
El mosto de prensa (alpechín+ aceite) era conducido a las salas de decantación en las que por lo general una batería de pozos o piletas de solería o baldosa vitrificada hacían que el aceite de oliva se separase del alpechín por efecto de la gravedad o decantación natural.
2. En la actualidad se emplean trituradores metálicos o molino de martillos y centrifugas tanto horizontales como verticales para la separación de los tres elementos que forman parte de la composición de la aceituna (aceite, orujo, alpechín).
A continuación, se puede visionar un audiovisual que hace referencia al proceso del cuidado del olivar en las distintas épocas del año, la recolección de la aceituna, se llegada a la almazara y posterior transformación y por ultimo el consumo del aceite de oliva.
El aceite de oliva virgen extra es una pieza clave en nuestra dieta mediterránea por sus propiedades terapéuticas y nutritivas.
El oro líquido es un ingrediente clave dentro del mundo de la belleza y la cosmética por sus innumerables propiedades hidratantes y antioxidantes.
Hoy en día, el aceite de oliva se utiliza con fines domésticos en infinidad de mascarillas capilares, en cremas hidratantes y exfoliantes.
Podemos decir, que el aceite de oliva es toda una fuente natural de beneficios muy próxima a nuestros hábitos y a nuestra cultura.
Tiene innumerables propiedades cosméticas entre las que destacamos:
El aceite de oliva no solo es beneficioso por su carácter alimenticio sino que también tiene extraordinarias propiedades curativas y saludables. Este oro líquido ejerce una gran influencia sobre el organismo.
REMEDIOS CURATIVOS CON EL OLIVO Y EL ACEITE DE OLIVA
El patrimonio cultural, es la memoria de todo colectivo que lo habita, es la referencia de identidad que no es otra cosa que la interiorización de la cultura para los sujetos.
El ciclo vital hace referencia a los diferentes momentos de forma ordenada de la vida de un individuo que va desde el nacimiento hasta la muerte. Este proceso es universal, todas las culturas mantienen esta ordenación, que regula además de las relaciones entre los individuos de una comunidad, el papel de cada individuo dentro del seno de su sociedad.
Nacimiento
En la inmensa mayoría de las sociedades el nacimiento es considerado como uno de los ritos de paso más importante de la vida.
La llegada al mundo, de un niño garantiza la reproducción social y para ello, se han creado actos y rituales destinados a incluirlos en sociedad.
En la vitrina se pueden observar conjuntos de prendas infantiles, todas ellas elaboradas manualmente.
Por otra parte encontramos varios documentos que podemos relacionar con la escolaridad de los más pequeños de la casa, tales como: Cartilla de escolaridad de 1943, primera Enciclopedia, primer catecismo, Padre Nuestro de Fenelón de 1898.
Por otra parte, existe una libreta de nacidos. En ella, las familias más adineradas, abrían una cuenta bancaria para el/la hijo/ a recién nacido.
Adolescencia y juventud.
Este tramo supone la maduración física de la persona y en muchas culturas el reconocimiento social como adultos, (por ser este un momento crítico, las culturas han desarrollado diversos rituales, siempre diferenciados según el sexo.
En este apartado aparecen piezas diferenciadas por sexo, tales como:
Mujer, útiles relacionados con las labores domésticas, entre ellas destacamos: Tabla de lavadero, plancha (el material empleado para calentarla era el carbón), útiles de cocina, en los que destacamos las piezas utilizadas para la realización de dulces, característicos de Monterrubio por los ingredientes empleados, sin faltar el Aceite de Oliva de la localidad.
Hombre: en esta etapa el hombre comienza a utilizar piezas fundamentales en su vida tales como una vacía de barbero, asemejada al casco que utilizó Don Quijote de la Mancha en sus aventuras. Bacía o plato de barbero, Menaje de campaña, utilizado durante el servicio militar, obligatorio a principios de siglo XX. Estaba compuesto por una cuchara, un plato y un vaso. Tenía grabado las iniciales de la persona que lo utilizaba y el año del mencionado servicio.
Matrimonio y madurez
En la mayoría de las sociedades tradicionales, el matrimonio se contrae poco después del reconocimiento formal de la condición de adulto. El camino de los ritos nupciales se inicia con la preparación del ajuar de la novia y el intercambio de regalos entre los novios.
El rito del matrimonio es esencialmente profano pero todas las culturas han desarrollado un acto simbólico que conforma de las creencias religiosas.
A continuación podemos observar las siguientes piezas:
Ajuar de la novia. Data de finales del siglo XIX. Confeccionado por las mujeres jóvenes de la casa, siendo ésta una de las labores propias de la mujer. Este tipo de prendas íntimas son las que aportaba la mujer al matrimonio.
Ajuar del novio. Data de finales del siglo XIX, pero a diferencia del ajuar de la novia, lo confeccionaba la madre del novio.
Vejez y linaje.
En las sociedades tradicionales, los mayores gozan de respeto y prestigio, frecuentemente son fuente de ayuda y consejo, a la vez que en ellos recae todo el peso de la tradición oral, transmisión de valores y son el arco natural de enlace con los más pequeños.
Su experiencia y memoria puede ser transmitida a las generaciones más jóvenes con el fin de mantener señas de identidad propias de su comunidad.
A continuación nos encontramos con las siguientes piezas.
Escalfador .Recipiente para calentar el agua para el aseo personal
Garrota o callá. Perteneciente al siglo XX.
Pieza de mano. De madera de olivo. Era comúnmente utilizado por los hombres más mayores de la casa para sostenerse.
Plancha con chimenea De la primera mitad del siglo XX.
Candil de aceite para alumbrarse. Primera mitad del siglo XX. Plato. De cerámica vidriada. Data del siglo XX. Utensilio para la comida. Faro de aceite .De latón. Data del siglo XIX. Este utensilio se utilizaba para alumbrarse.
Indumentaria tradicional. Toda la ropa está hecha de lino con motivos decorativos en calados y puntilla. Estas labores eran realizadas únicamente por las mujeres.
En el siguiente espacio observamos la siguiente diferenciación de los trabajos realizados por el hombre y por la mujer en las sociedades tradicionales mediterráneas.
El papel de la mujer en estas sociedades viene definido por su multiplicidad. Su principal función ha sido y es la de transmitir la cultura a su linaje en todas sus dimensiones; en su misión educadora establece las diferencias entre lo masculino y lo femenino y dirige estas líneas hasta la llegada de los ritos de paso a la madurez.
Además posee un espacio doméstico que hasta hace poco ha sido casi exclusivo el hogar, allí se produce la transformación de los alimentos, que han sido hasta la industrialización de producción propia.
La higiene, el concepto de la enfermedad, los miedos, el humor, las normas de conducta y las relaciones afectivas, en definitiva, todo lo que concierne al mundo emocional, han sido tareas femeninas.
Dentro del espacio doméstico tareas como la fabricación del pan, la elaboración del jabón, los derivados de la leche, los productos de la matanza, han sido tradicionalmente tareas de la mujer; a las que hay que añadir el suministro del agua a la casa, amén de la colaboración en tareas como la recogida de la aceituna y la vendimia. Su presencia es esencial en el mantenimiento de la familia y su peso como transmisoras de liturgias y símbolos es absoluta dentro de las sociedades tradicionales mediterráneas.
Dentro de los papeles que la cultura asigna a sus individuos, el hombre es el encargado de llevar a cabo los cultivos que aseguraran el alimento de su comunidad. El territorio de la serena se inscribe en la cultura mediterránea y, por tanto las bases de su subsistencia son las comunes a las de esta parte del mundo: el trigo, la vid y el olivo, complementadas con la ganadería.
La intensidad de estos cultivos se verá mediatizadas por el modelo de posesión de la tierra, pero no será hasta bien entrado el S. XX, y de acuerdo con los cambios sucedidos en nuestro país, cuando se inicie un despegue en la producción de aceite, hasta lograr una marca de producción, la denominación de origen.
Este cambio dará lugar a modificaciones significativas tanto en el aspecto social como en el económico.
El trigo y la vid
Ambos cultivos son los consumos básicos de la dieta mediterránea, su plantación y cosecha forman parte de los quehaceres masculinos desde que la sociedad se establece de forma sedentaria. Todo el instrumental tradicional para su cultivo, recogida o mantenimiento apenas ha variado con los años, y son estos aperos los que hoy día recuerdan un pasado inmediato, que solo las nuevas tecnologías han sido capaces de arrinconar.
El ganado
La agricultura y la ganadería son dos actividades que no siempre aparecen juntas. Existen en el mundo especializaciones que separan radicalmente a los pueblos pastores de los agricultores, Caín y Abel son una parábola que expresa esta incompatibilidad. No obstante en las sociedades tradicionales, estas dos actividades han tenido que convivir, para solucionar las necesidades de carne, leche y abrigo, que de otra manera no hubiera sido posible.
El pastoreo es una actividad mayoritariamente masculina.
La preparación de la tierra.
En el reparto de tareas culturales, la preparación de la tierra para la siembra y el cuidado de cultivos ha sido labor realizada por los hombres, debido a que requiere fuerza y dominio sobre los animales que históricamente han sido adiestrados para esta tarea: el caballo, el burro y la mula. Los distintos instrumentos empleados han sido aportes tecnológicos del mundo romano, el mundo árabe y de ahí el salto a la mecanización.
La aplicación definitiva del sistema métrico decimal se produjo durante la restauración, mediante el decreto de 14 de febrero de 1879 que estableció la definitiva obligatoriedad del sistema métrico decimal a partir del 1 de julio de 1880.
La nueva situación supuso la ilegalización de las medidas tradicionales y la intensificación de las medidas de control, lo que permitió la implantación general del sistema métrico decimal, aunque ello no evitara algunas últimas resistencias de las medidas antiguas.
En este apartado se diferencia las unidades de medida del cereal y la del aceite, para ello se observan las siguientes piezas:
Unidades de medida del cereal:
Celemín. De madera. Es una medida para el grano. Siglo XX
Cuartilla. De madera. Data de 1919. Es una medida para el grano
Unidades de medidas de aceite
Media arroba. Siglo XIX de latón. Con una capacidad de 7 litros aproximadamente.
Medio jarro. ¾ de litro de aceite. De latón. Siglo XIX.
Desde los depósitos de decantación, se trasegaba el aceite a los de conservación, que llevaban uno o mejor dos grifos, sirviendo el de la parte inferior para retirar los residuos sólidos sedimentados , y el otro , situado a 15 cm. sobre el anterior, para facilitar los trasiegos de la parte liquida.
Estos depósitos se encontraban en las bodegas o almacenes convenientemente construidos para la mejor conservación del aceite y para facilitar los trasiegos del mismo.
Se han venido utilizando depósitos de madera, arcilla cocida, cemento en masa, hormigón armado, fabrica de ladrillo, de mampostería, palastro o de cristal.
Los recipientes de madera presentan el inconveniente de que el aceite pasa por los intersticios de la madera, permiten el contacto del aceite con aire y por tanto su oxidación, confiriéndole mal sabor.
Además al vaciarse y utilizarse en ocasiones posteriores, los restos de aceite de los que queda impregnada la madera se enrancian y al llenarlas nuevamente, transmiten al producto mal sabor y un olor característico difícil de hacerlo desaparecer.
Los de fundición, aunque su material no sea atacable comunican al producto mal sabor.
Los de cemento, se deben de revestir de silicato para evitar que el cemento sea atacado y se forman ácidos grasos.
De los mejores recipientes son las de zafra de hojalata, de boca reducida y forma cilíndrica, aunque tienen el inconveniente que dejan pasar la temperatura ambiente con mucha rapidez.
Y son muy buenos los de fábrica, perfectamente revestidos de cristal prensado o de baldosín que no contenga plomo por comunicar estas propiedades toxicas al aceite.
Forman material único perfectamente lavable e inatacable.
Los de alfarería, vidriados interiormente, hay que evitar que su contenido en plomo pueda generar problemas toxicidad.
El aceite junto a la sal y el vinagre son los condimentos de mayor uso.
Se utilizó en la preparación del pan candeal, del de mijo, del pescado, de la carne, de las legumbres y en la preparación de aderezas.
En tiempos de Homero no se utiliza todavía en la alimentación, y Posidonio (135-50 a.C.) afirma que los galos no lo consumían por falta de hábito y de ocasión.
No así en el mundo mediterráneo oriental, donde se consumía habitualmente, incluso se bebía por considerarlo de benéfico para el intestino.
El aceite se utilizó en la fabricación de ciertos tejidos de lana para hacerles más flexibles y asegurarles mayor duración.
Los bataneros griegos remojaban en aceite los vestidos arrugados y los ajados. Alejandro Magno, encontró 331 vestidos que tenían 180 años de fabricación y se conservaban como si fueran recién hechos, debido a que se habían sumergidos en baño de miel y aceite.
El procedimiento primitivo de fabricación del jabón consiste en calentar aceite y otras grasas con cenizas de leña cocidas, añadir sal y lograr potasa cáustica.
El jabón según plinio fue inventado por los galos, y adoptado por roma sabemos de la fabricación de jabones en Pompeya y la primera cita sobre este producto es del siglo II d.C.
En la edad media tuvieron fama los jabones de Marsella, fama que hasta hoy, perdura de Venecia y en España, para el siglo XIV, habrá una importante producción en Alicante, Cartagena, Málaga y Sevilla.
Tomando como partido Monterrubio de la Serena se pueden realizar rutas culturales con un contenido patrimonial y simbólico de gran interés.
Pueblos de la Comarca de la Serena y Siberia
Para finalizar el recorrido, de esta última planta se puede hacer un visionado de dos audiovisuales, que tratan la evolución de Monterrubio, tanto como localidad, como en los trabajos realizados, como en sus gentes y costumbres.